La lógica del
alacrán
por Israel Shamir
La helada árctica que tuvo a
Palestina congelada durante unas semanas por lo
visto ya se ha derretido, y en cuanto se marchó el
presidente Bush, nos dejó pensando cuál sería la
razón por la que vino hasta aquí este hombre
extraño. Algunos optimistas incorregibles
expresaron la creencia de que Bush había convocado
la conferencia de Anápolis y había emprendido el
viaje para concretar de una vez la paz en el Oriente
Medio, y con esto enderezar su maltrecha imagen ante
el juicio de las futuras generaciones. “El no se
quiere retirar con las lacras de Abu Graib y la
guerra de Irak, sueña con dejar un buen recuerdo”,
nos dicen. Los mismos optimistas decían cosas
parecidas del general Ariel Sharon cuando su muy
pregonada retirada de Gaza. Les llevó un año o dos a
los más lerdos de ellos para entender (como nosotros
lo escribimos en los mismos días de la retirada (
http://www.israelshamir.net/Spanish/Sp23.htm ; esta
iniciativa en realidad iba a permitir a los judíos
atormentar más aún a los palestinos, pero con un
coste menor. Ahora pueden bombardear a Gaza a sus
anchas, sin preocuparse por los judíos extraviados
que pudieran padecer allí también. Ahora pueden
matar de hambre a Gaza y hacer negocio a miles de
millones, vendiéndoles su mercancía a los sitiados,
mientras el precio lo paga la comunidad
internacional
(
http://www.guardian.co.uk/israel/Story/02228904,00.htm
) Eso ya estaba en la naturaleza de Ariel Sharon:
si te daba un pedazo de pan, seguro que había un
alfiler dentro, si te daba un vaso de agua, allí
mismo sabías que estaba el veneno. Como el alacrán
del cuento oriental, (
http://blog.360.yahoo.com/blog-c9k6HQjdLU_nSEwgy86YaXzaGAdsO5dOFxqqMtM300-
) él no podía actuar de otra forma. Bush es un
hermano americano gemelo de su amigo vegetal, el
mismo Sharon al que mantienen en un limbo comatoso,
pero reaccionando todavía al dolor. Esos tipos
simplemente no pueden hacer nada bueno. El que vea a
Bush haciendo un gesto positivo, ¡lo mejor que puede
hacer es correr a la óptica! Nuestro amigo Jack
Graham escribió hace poco que América no es el gran
Satanás. Cierto, pero mientras esté Bush, hará de
endemoniado hasta que llegue el diablo mayor de
verdad.
Un sicólogo podría intentar
desentrañar el misterio de la profunda
compenetración de Bush con los neoconservadores –no
sabríamos cuál es el meollo: ¿brujería,
zombificación, chantaje? –, pero los hechos son
patentes. Para los neoconservadores,
Israel/Palestina es el tema más importante, y más
central. Y no se conforman con el control completo
sobre Palestina; por algún motivo, lo que quieren es
asegurarse el Oriente entero, de India a Etiopía.
Volverán a atender a los palestinos más adelante,
cuando el resto esté bajo control. Por ahora hacen
estragos y sueltan a los perros. Tratan de
desbaratar a Pakistán y apoderarse de sus
instalaciones nucleares, quieren mandar en Rusia y
en China, pero su deseo más inmediato es sojuzgar a
Irán. Para este objetivo, Bush necesita tener a mano
algunos títeres árabes. Los maestros del discurso
pregonan que los árabes “están temblando de miedo
por las supuestas ‘ambiciones nucleares’ de Irán y
podrían incluso abandonar al pueblo palestino si los
Estados Unidos fueran a ‘cargarse a Irán’ en serio”,
dice John Whitbeck, describiendo correctamente esta
pretensión como delirante, “siquedélica” (En
realidad, “las masas árabes relincharían de gozo si
algún Estado musulmán, de los que están cerca de de
Israel -incluso un Estado no árabe y chiíta-
pudiera adquirir armas nucleares y a establecer un
‘equilibrio del terror’ en lugar del terror
unilateral de las últimas cuatro décadas”, advierte
Whitbeck.)
Es posible convencer a los
americanos que esta meta siquedélica es lo adecuado;
los maestros del discurso pueden convencer a la
mayoría de los ciudadanos USianos de cualquier cosa,
hasta de la amenaza de los alien grises. Los
americanos estaban convencidos de que el Vietcong
estaba a punto de desembarcar en California, de que
Saddam Hussein tenía armas de destrucción masivas, y
de que los iraquíes abrazarían a los Marines como
libertadores, así que se les puede seguir
convenciendo de esto o aquello, mientras no sacudan
el yugo y se repongan del lavado de cerebro que le
administran los amos. Pero los árabes no, como
tampoco los iraquíes se creyeron la patraña. Para
dar el próximo paso, Bush va a tener que concretar
alguna mejoría en Palestina. No se tratará de una
mejoría real, por supuesto, porque Palestina es el
hueso, es el objetivo final; pero bastará con que
parezca un paso adelante.
Por esto es que Bush siguió adelante
con la farsa hueca de Anápolis. Si te imaginas que
Anápolis y la visita de Bush hicieron avanzar una
pulgada el tan celebrado “proceso de paz”, no
necesitas ningún Electric Monk, el artefacto
descrito por Douglas Adams como la máquina para
hacer que la gente se crea cualquier cosa que le
cueste creer, ¡puedes ganarle a la máquina en su
propio juego! El patriarca católico de Jerusalén,
que está próximo a la jubilación, Mons. Michel
Sabbah, lo explicó correctamente en su sermón de
Navidad: “Se empezó un nuevo esfuerzo de paz en
estas últimas semanas. Para que tenga éxito, tiene
que haber una firme voluntad de hacer la paz. Hasta
ahora, no ha habido paz, sencillamente porque no ha
habido voluntad de paz.” Y puntualizó que “el
partido fuerte, el que lo tiene todo entre las
manos, el que está imponiendo la ocupación al otro”.
Obviamente Israel no quiere ninguna paz aceptable
para los palestinos, sino que, junto con el
presidente Bush, quiere la paz según sus propias
condiciones.
Los árabes lo entienden tan bien
como cualquiera. Incluso el diario árabe más
pro-occidental y de gran difusión, el Gulf News de
Abu Dhabi, escribió una “Carta abierta a Geroge Bush”
<http://archive.gulfnews.com/articles/08/01/11/10180995.html
diciendo: “Usted dice que su gira tiene por objetivo
concretar la paz en el Oriente Medio, objetivo
dejado de lado por mucho tiempo. La paz regional no
se logrará con incrementar la tensión y amenazando
con echar abajo regímenes establecidos. Y lo más
importante, no se logrará con el respaldo a Israel,
que sigue desafiando la ley internacional, ocupando
tierras árabes, oprimiendo a los palestinos y
rechazando las iniciativas de paz”.
Al Jazeera dice, http://english.aljazeera.net/NR/exeres/5620B788-6455-4C5C-A7D5-9A3CC917517D.htmrefiriéndose
a “ciertos analistas” que “el presidente USiano
llega tarde, con sus llamamientos para que los
aliados árabes acepten la confrontación con el
‘extremismo’ iraní”, porque los aliados clave de los
yankis en el mundo árabe se han metido de lleno a
trabajar en la tarea del acercamiento con Irán. Los
toqueteos americanos en el Medio Oriente han
decidido a los árabes a adoptar el diálogo con la
república islámica”.
El rechazo ruso a las sanciones
contra Irán también fue valioso para crear el cambio
de clima, y es posible afirmar que Bush perdió la
oportunidad de edificar una coalición anti-iraní.
Sin embargo, la propaganda occidental contra Irán ha
influido en muchos árabes; hasta el sitio web
relativamente amigo de la resistencia iraquí
www.urukunet.info publica terribles diatribas contra
“los persas”. El doctor Theodor Reik escribió que la
gente y las culturas siempre vuelven a pisar la
misma raya;: a los árabes ya se les engañó una vez
muy fuerte, haciéndoles apoyar Inglaterra contra el
Imperio Otomano. El resultado fue amargo; pero ¿les
salvará esta experiencia de repetir el error? , o
¿seguirán apoyando a los Estados Unidos contra los
iraníes, si el presidente palestino Mahmud Abbas
logra alguna maniobra espectacular? Palestina sigue
siendo la clave de todo.
Traducción: María Poumier,
Revisado por Horacio Garetto.